Cuando tienes una enfermedad rara, después de todas las fases llegas a la aceptación que podría ser la meta pero que cuando va pasando el tiempo ves que no; es una aceptación relativa; porque vale lo aceptamos y nos quedamos ahí,pues no ya que es una enfermedad que es para siempre y que nos va a acompañar; pero ahí no nos paramos a pensar en todo lo que lleva detrás y está agazapado esperando para saltar y darte la sorpresa y descalabrar todos tus buenos propósitos.
Que no puedes correr, vale voy andando, de andar en bici ni se te ocurra, subir el Everest...a donde vas loca ;) Hasta ahí todo bien (porque al Everest no pensaba subir jaja) pero y los "amigos" que asocian que quizás no tengan que ver ni con la enfermedad base, a esos ¿Quién los ha invitado? porqué yo no he sido pero ahí están; no tengo recuerdo de pasar un mes sin alguna consulta médica y ya cuando oigo pruebas mis pelos se ponen como escarpias y mi yo quiere escapar y huir al Caribe por lo menos (vale eso siempre pero tenía que ponerlo).
Siempre me pregunto cómo se hace para llevarlo más o menos, ya no digo bien y no caer en un agujero negro; yo soy muy optimista, siempre lo he sido, quizás ahora cuando menos; la vida y los médicos van agotando las reservas, siempre trato de reírme, de sacar lo bueno de todo; a mi hija siempre le digo que no hay que enfadarse porque pierde tiempo de vida, de disfrutar, de tratar de ser feliz. Sonrió sí pero a veces una está tan cansada que río por no llorar.
Soy psicóloga y algo se habrá quedado de lo que estudié; sé que es porque una prueba más viene mañana y que pasado mañana ya no me acordaré (hasta la próxima que seguro que la habrá) pero hoy sólo puedo decir que no es aceptar es aguantar y seguir un día más lo que te lleva a asimilar una enfermedad rara o de otro tipo; es reír y querer seguir bailando...y mucho más claro pero os aburrirías ...si es que habéis llegado hasta aquí.
Muchas gracias por leerlo sin más.
Mañana será otro día.
Besotes.